Hace unos días leía la noticia en Hosteltur sobre el plan alemán de taxi aéreo. Efectivamente se trata de un proyecto conjunto de Airbus y Audi, que tiene el apoyo del Gobierno alemán.
Y he querido escribir algunas reflexiones. Porque se trata de una visión ambiciosa y futurista que sin duda podría cambiar nuestra vida en las ciudades del futuro. Y también porque no es la primera vez que leo sobre el concepto de taxi aéreo. Lo que nos podría parecer una escena salida de una película de ciencia ficción, será realidad muy pronto.

Por ejemplo, esta máquina voladora Audi tiene la aprobación del gobierno para ser probada dentro y alrededor de la ciudad de Ingolstadt, que es la sede de Audi.
El proyecto se llama Pop.up Next y es un vehículo con motor eléctrico y volador. Y no es el único. Porque también Uber presentó a inicios de este año su concepto de Uber Air. Al igual que Audi, con un prototipo de vehículo volador que se usará como transporte privado. Además Uber preconiza el inicio de este servicio para el año 2020. Sí, estais leyendo bien, dentro de sólo dos años. Y yo me pregunto ¿será posible?.
Porque en paralelo somos testigos de las pruebas y experimentos realizados con el coche sin conductor. Así como de polémicos intentos y algunos incidentes provocados. Y aún estamos esperando que esta sea una realidad para todos, dejar de conducir el coche ¡qué maravilla¡.

Otro grande embarcado en esta aventura es el co-fundador de Google, Larry Page. Ya que su empresa de coches aéreos Kitty Hawk lleva probando desde 2017 un prototipo de taxi volador eléctrico y autónomo en la región de Caterbury en Nueva Zelanda. Prototipo que aterriza y despega de forma vertical. Se llama Cora y como los otros prototipos no necesita pista de aterrizaje.
Y también los chinos se embarcan en esta aventura ya que la compañía Ehang ha creado un dron eléctrico que ya ha realizado pruebas con éxito y dos pasajeros a bordo. Se llama Ehang 180.

Ahora bien, el primer desafío de estas compañías todas y sus proyectos, no es la tecnología. Porque ya parecen tenerlo fabricado y probado. Sino que será la regulación. Ya que no existe una infraestructura para integrar en las ciudades este servicio (es decir el aterrizaje y despegue). Así como ninguna regulación ampara este tipo de actividades.
Ya que estos aparatos vuelan a una velocidad entre 200 y 300kms por hora. Y entre los 300 y 600 metros de altura. Parece ser que son mucho más silenciosos que los helicópteros.
Porque este invento de hoy aplicado a nuestro sector turismo sería un elemento determinante para el transporte turístico no sólo en las ciudades y alrededores, sino entre ciudades, de momento en distancias cortas. Imagino la utilidad como vehículo de las visitas turísticas personalizadas en los destinos. Es evidente que este tipo de desarrollo tecnológico sólo puede ser una ventaja para sus usuarios. Porque estas compañías están también todas de acuerdo que el coste será parecido al del taxi hoy, es decir, asequible para una gran parte del mercado.
Así que esperamos que sea así lo que nos cuentan, que no se quede en pruebas tecnológicas. Confiamos que los gobiernos apoyen. Y así, el transporte aéreo urbano podrá ser un servicio masivo al acceso de todos. Y por lo tanto, una gran ventaja para nuestro sector turismo.